Todo lo que tenés que saber sobre la garantía de un producto o servicio

Si el producto tiene una falla, tenés derecho a la garantía. Te enseñamos en qué consiste y cómo reclamarla.
La garantía es la protección legal que le permite al consumidor de un producto no consumible reclamar su reparación ante defectos o errores en su funcionamiento. En el caso de los servicios, la Ley 24.240 no establece una garantía legal similar, pero sí contempla normas que protegen a los consumidores. Veamos ambos casos.
Los productos tienen una garantía mínima legal de 6 meses para los nuevos y de 3 meses para los usados. Sin embargo, el vendedor puede ampliar ese plazo si lo desea. Además, son igualmente responsables el vendedor, el importador, los distribuidores y el fabricante. Esto significa que el vendedor no puede deslindarse de responsabilidad diciendo que el reclamo corresponde únicamente al fabricante y derivarte a un 0800 donde nadie te atenderá.
La garantía debe constar por escrito. Quien te vende el producto debe incluir en ese documento sus datos, la identificación del producto, las condiciones y el plazo de garantía, así como las condiciones de reparación. Si no te entregaron un comprobante de garantía, no te preocupes: podés reclamar igual, ya que es responsabilidad del vendedor otorgarlo, no tuya exigirlo. Recordá que siempre contás con los 6 meses (para productos nuevos) o los 3 meses (para productos usados) como mínimo legal.
Si el producto es reparado en uso de la garantía pero el problema persiste, es decir, si la reparación fue insatisfactoria, podés optar entre: 1. Exigir el cambio del producto por otro idéntico, 2. Devolverlo y recibir el reintegro del dinero (ajustado al precio actual) o 3. Obtener un descuento.
Por otro lado, en el caso de los servicios, si el trabajo realizado fue deficiente (por ejemplo, si llevaste a reparar un celular y siguió sin funcionar correctamente), tenés 30 días para reclamar, salvo que se haya pactado otro plazo por escrito. En ese caso, el proveedor deberá corregir el problema sin costo adicional. También pueden ofrecerte una garantía, la cual debe constar por escrito e incluir el plazo de vigencia, los datos del proveedor (CUIT y nombre) y la descripción del trabajo realizado.
Es importante que te asesores para determinar si tu caso corresponde a un reclamo por garantía o si, en realidad, se trata de un incumplimiento contractual, lo cual es completamente distinto y debe resolverse de otra manera. Un incumplimiento de la oferta o del contrato te habilita a solicitar: 1. La entrega del producto si aún no lo recibiste, 2.El reemplazo por otro igual o de similares características (pero nunca de calidad inferior) o 3.La devolución del dinero (actualizado). Es común que te vendan un producto defectuoso (por ejemplo, unos auriculares) y, al reclamar, intenten hacerte pasar el reclamo como un tema de garantía, cuando en realidad corresponde exigir directamente el cumplimiento del contrato.
Si no respetan tus derechos, podés acudir a Defensa del Consumidor o, lo que es más recomendable, asesorarte con un abogado para evaluar tu caso y definir los pasos a seguir, evitando pérdidas económicas. Esto puede incluir el envío de una carta documento, la instancia de mediación o incluso una demanda por daños y perjuicios. Un profesional puede asesorarte y representarte para que obtengas lo que te corresponde (por ejemplo, un producto nuevo si la reparación no resolvió el problema) y, si corresponde, exigir indemnizaciones y la aplicación de multas a tu favor según lo establece la ley.
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